viernes, 4 de marzo de 2016

Diario de la huerta a 3 de Marzo: El seco y loco invierno de 2016





Ya hemos llegado a Marzo en la Pequeña huerta Salvochea. Vamos a hacer un pequeño resumen de las penas y alegrías de los huertanos en este último mes:
Dentro de las alegrías destacaremos que ya se han cosechado todas las cebollas escalonas, todas las coles, todas las coliflores y un montón de riquísimas lechugas que, en general, han sido de un sabor y una calidad excelentes. También han acrecentado nuestros depósitos de alegría el recoger las primeras habas y las primerizas vainas de guisantes de nuestro huerto. Los primeros frutos que hemos probado de estas legumbres han resultado bien sabrosos. Tanto de habas como de guisantes, esperamos una buena cosecha en las próximas semanas. Además, nos quedan un buen montón de lechugas para cosechar en los próximos días. También estamos dando por hecho (con el optimismo en alza, aunque podamos equivocarnos y sufrir un revés) que el frio se ha ido para no volver; por lo tanto, en fechas muy, muy próximas, transplantaremos los primeros plantones de tomateras. También intentaremos poner en tierra los plantones de pimientos, tapines, berenjenas, pepino y otras hortalizas de verano.
Las palabra claves que describen nuestras penas y quebraderos de cabeza es la misma de meses anteriores: No está lloviendo lo suficiente. Tanto en este pasado otoño como en el invierno ha llovido muy pocos días y de manera muy escasa, cuando ha ocurrido. Esto ha significado que hemos tardado un buen montón de tiempo en recoger los frutos que cuidamos, porque nuestras plantas no han conseguido llevar una velocidad de crecimiento que habría sido mucho mayor si hubiéramos tenido más volumen de lluvias. Otro de los pequeños problemas que hemos padecido fue el tener un otoño y comienzo de invierno muy cálidos. Esto provocó que las matas de habas floraran a mediados de Enero. Después de estar floradas vinieron un par de días de heladas nocturnas que quemaron las flores de las matas, y esto fueron frutos que se perdieron. Sin embargo, volvieron a florar posteriormente y no se perderá demasiada producción.
Para terminar: Comenzamos el tratamiento contra el ataque de caracoles. En vista de que los remedios más caseros y limitados (café y cerveza) no conseguían poner freno a estos golosos cornudos, al final tuvimos que usar gránulos de fosfato férrico (también ecológico), y estamos valorando a día de hoy su efectividad.
En la Pequeña huerta Salvochea seguiremos amando, trabajando la tierra. Amando, cuidando nuestras plantas. Haciendo crecer sus raíces y brotar sus frutos. Haciendo crecer nuestras raíces, que se atan y se enredan a la tierra, como las de nuestras hortalizas.

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