En la Pequeña huerta Salvochea solo cultivamos hortalizas y frutos de temporada, respetando los ciclos de la tierra y su clima. Solo utilizamos abonos naturales (mayoritariamente estiércol de caballos y humus), y prevenimos las plagas con remedios biológicos no industriales y no contaminantes (decocciones de ajos, cebolla, café, etc.).
Existen mil y una razones para consumir productos ecológicos y sostenibles. Aquí van algunas, a vuelapluma:
Ecológico significa respetuoso y orgánico. Los agroquímicos que se utilizan en la producción industrial de vegetales; tanto los abonos como los pesticidas, son veneno. Matan indiscriminadamente a los insectos, independientemente de que estos puedan ser beneficiosos para el cultivo o inocuos. También exterminan plantas adventicias y otras no competidoras, sin discriminación alguna y contaminando el suelo. El final de su ciclo venenoso suelen ser nuestros platos. Sobre la mayoría de compuestos venenosos, que se utilizan en modalidades industriales de cultivo, no han sido investigados sus efectos a largo plazo sobre animales, humanos, plantas, o la misma tierra. Muchos otros, son definitivamente dañinos.
Comer orgánico es comer sano.
En la Pequeña huerta Salvochea sabemos que el agua es un bien escaso. El grueso de nuestra producción depende de los ciclos de lluvias. Cultivo que respeta la climatología, como se hacía antaño.
La huerta está a tan solo 3 kilómetros de Jerez de la Frontera. Si eres vecino/a de Jerez, puedes consumir las verduras del modo más fresco y posible: del huerto a tu mesa. Esta cercanía hace que la huella ecológica sea mínima. Existen, con la producción industrializada, verduras que vienen de más lejos, e incluso de otros países, con el consiguiente uso de medios de transporte que utilizan petróleo y crean CO2. Además, nuestras verduras no son recogidas sin madurar, ni pasan por una cámara frigorífica que les haría perder sus propiedades.
En nuestra huerta, que pretendemos sea de cultivo continuo, realizamos las rotaciones de plantas necesarias para no terminar con la fertilidad de la tierra. Las grandes extensiones de monocultivo agotan de sobremanera el suelo fértil.
...Pero, pero... Algunos "peros" al consumo ecológico y sostenible:
Ya lo indicamos antes: Solo verduras de temporada. No esperes sandías ni tomates en Febrero, no es su tiempo.
Las verduras ecológicas suelen tener peor "aspecto" que las industriales. La no utilización de agroquímicos industriales permite que las plantas sean "atacadas" de cuando en cuando por plagas naturales, hasta que le ponemos solución. Por esto su imagen es más "fea". Quién no ha sentido que una verdura de aspecto imponente, una vez en la boca, no sabía a nada...
Y, quizás, el mayor "pero" de todos: El cultivo orgánico de verduras y hortalizas no puede competir en produccion con su cultivo industrial. No utilizar abonos ni pesticidas industriales hace que las cosechas sean más pequeñas (la palabra exacta no es "pequeñas" sino "naturales"), y muchas veces ganan las plagas la batalla a los/as hortelanos/as.
Este tipo de cultivos biosostenibles hace que su trabajo sea muy laborioso.
Nos dejamos mil y una razones más, que descubrirás tu mismo/a, o que ya sabes, para consumir ecológico y sostenible.