Os vamos a ir comentando lo que hemos andado haciendo durante este último mes en nuestra pequeña huerta Salvochea.
Lo más reseñable y preocupante está siendo la climatología. Contando el régimen de lluvias desde el otoño hasta ahora, que se supone que estamos en invierno, ha llovido y está lloviendo muy, muy poco. Como os comentamos, nuestros recursos hídricos son limitados, y las plantas están creciendo despacio.
Además, las temperaturas están siendo cálidas, casi primaverales, y notamos en la huerta como las hortalizas andan "medio locas". Para los agricultores jerezanos de antaño, este otoño-invierno está siendo raro...raro...raro y poco generoso.
Tenemos semillas de brócoli, coles de Bruselas, puerro, tomate, etc, en nuestro invernadero semillero. Los índices de germinación de los futuros plantones han sido bajos. Intuimos la posibilidad de que tengamos "vecinos indeseables" dentro del invernadero, que se hacen merendillas con las plantas recién germinadas. Estamos planteándonos preguntas y respuestas para ver qué falla al respecto.
Hemos sembrado varios líneos de ajos, que junto con la cebolla y plantas "hermanas" (cebollinos, puerros), dan pocos problemas y piden poca agua.
Añadimos dos líneos más de coles y coliflor, que progresan adecuadamente.
Hemos tutorado las matas de guisantes con postes y cuerdas, para favorecer su desarrollo. También progresan adecuadamente. Las matas de habas: lo mismo.
Pero vamos a contar la miga del asunto; los problemillas que nos están haciendo dar más vueltas a las meninges: "El ataque de los cornudos". Uno de los asuntos más difíciles de tratar cuando no usas plaguicidas químicos y haces agricultura biosostenible es cómo resistir a las plagas. En la Pequeña huerta Salvochea se han instalado una buena sociedad de caracoles. Se nota que a estos ocupas les gustan tanto las hortalizas como a nosotros/as. Han dado buena cuenta de alguna de las matas de coles y coliflores y de algunas lechugas. Para intentar atajar este ataque de "los cornudos", utilizamos, en un primer momento, café (con cafeína) de cafetera, diluido a 1 litro x 10 de agua. Fumigamos las plantas con esta infusión. El resultado: les damos el café y nos pidieron los molletes; ahí siguen, no se fueron. Segundo intento: El botellón cervecero. Les pusimos trampas con recipientes de cerveza, para que, por golosos, se fueran a beberla y se ahogaran en ella. Resultado: Les pusimos la cerveza y nos pidieron las "papas aliñás". Ahí siguen.
Y en esas estamos, intentando solucionar el asunto de los caracoles, "los cornudos", de la manera más respetuosa posible.
Para finalizar: Comenzando Febrero, hemos recogido la primera de las coliflores del huerto. Una preciosidad de 2 Kg. de peso de hortaliza orgánica. Próximamente iremos cosechando las restantes.
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